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Ideas de consumo, recetas. Trocear y meter en la nevera.

Aunque la forma más tradicional de consumo es compartir una sandía durante el postre o la merienda, en reuniones familiares o con amigos, es fácil incorporar esta fruta a nuestras actividades diarias.

Simplemente cortándola en dados y conservándola en un “tupper”, la podremos comer en la piscina, la playa, el parque o después del deporte.

Es también perfecta para elaborar nutritivos gazpachos, ensaladas o ricos, batidos y helados, enriqueciendo, gracias a su versatilidad, la dieta mediterránea.